jueves, 17 de diciembre de 2015

Carta abierta

De: Marta Carstairs 

Querido Alberto: 

Lo primero de todo, lamento no haber podido ponerme a escribirte antes, he estado ocupada con muchos trabajos y algún que otro examen complicado. He disfrutado mucho del otoño, aunque ahora me preparo para la llegada de invierno que también me gusta mucho pese a que mi estación favorita del año es primavera.  ¿Tú como te preparas para estas fechas de frío y múltiples celebraciones? 

En cuanto al tema que nuestra carta se refiere, no puedo vivir una realidad más diferente a la tuya, y por tanto tener una opinión distinta. Vivo en una ciudad pequeña situada en el centro de España y aquí la biblioteca se usa con mucha frecuencia. En el mismo edificio hay dos bibliotecas, una con libros para niños y otra para adultos. Todos pasamos nuestra infancia yendo y viniendo a la biblioteca para sacar cuentos y libros, y cuando somos lo suficientemente mayores como para ir a la biblioteca de adultos seguimos visitándola. Pocas personas que yo conozca no hacen uso de la biblioteca de mi pequeña ciudad y prácticamente todo el mundo tiene el carnet para poder sacar libros. 

Normalmente los jóvenes vamos a la biblioteca a estudiar o a hacer deberes cuando no hay espacio libre en la sala de estudios. Es cierto que los libros que más se sacan son los que están dedicados a la escuela, sobretodo de literatura porque contamos con muchos clásicos que debemos leer a lo largo de nuestra trayectoria escolar, sin embargo, personalmente rara vez me voy sin algún que otro libro para mi disfrute personal. 

También tengo que decir que nuestra biblioteca no es muy grande, pero sí que cuenta con una buena sección de literatura en sí, tiene también libros de consulta de materias específicas como botánica, economía, dibujo, religión etc. Se pueden pedir prestados también cómics, mangas, CDs y películas, aunque creo que eso es menos usado, al menos por los jóvenes. 

Las personas más mayores también frecuentan la biblioteca, aunque sea para sentarse a leer el periódico. A lo que me refiero es a que se le da mucho uso a esta instalación y todos la frecuentamos. De hecho muchas veces, el centro cultural en el que está situada es un punto de encuentro para jóvenes, adultos y personas mayores. Como ya he mencionado antes, los niños y pre-adolescentes también tienen su propio espacio y durante la educación primaria hay una visita obligatoria a la biblioteca donde te enseñan a hacer buen uso de ella y el sistema de búsqueda que se utiliza. 

Actualmente estoy en la Universidad y la biblioteca de mi facultad es también muy rica en textos útiles y guarda un archivo con auténticas reliquias de libros muy antiguos. También hay una jornada dedicada a aprender cómo usar la biblioteca en primer año y ahí te dan un curso sobre como consultar los libros de la sala y los libros del archivo. También nos enseñaron los miles y miles de libros que tienen almacenados para consulta de los estudiantes y otros que son tan antiguos que no se pueden sacar de la biblioteca. 

Debido a esto no puedo hacer menos que opinar diferente a ti. Desde mi punto de vista las bibliotecas son una fuente de recursos que va a tardar todavía mucho tiempo en desaparecer. La clave es fomentar su uso en las nuevas generaciones, enseñarles su utilidad y lo importantes que son los libros, que desde mi parecer, aportan mucho más en físico que en digital. Si nosotros, amantes de la lectura, somos capaces de transmitir a las generaciones venideras nuestro amor por la literatura, los libros, y por extensión de las bibliotecas, éstas duraran años y años. 

Con mucho cariño
Marta



(Esta entrada pertenece a la iniciativa Carta abierta, creada por el blog Argonauta perdido en el tiempo , si te interesa unirte a esta maravillosa iniciativa, te dejo toda la información aquí)


1 comentario:

  1. Hola!!!
    Pues que sorpresa, otra chica española ya me había comentado lo mismo y veo que sí es bastante diferente de país a país, tendría que consultar con otras personas de Latinoamérica pero al menos aquí en México sí que están cayendo en desuso y es muy triste, porque cuando entras a una la encuentras totalmente vacía y hasta los bibliotecarios se sorprenden de que alguien entre.
    En fin, es bastante interesante conocer la vida diaria de las personas de otros países, me ha gustado mucho tu respuesta.

    Saludos!!!

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